
En pocas líneas: en este episodio titulado «Be right back », una mujer pierde a su marido en un accidente de tránsito. Una amiga le propone probar un servicio que reproduce virtualmente a su pareja fallecida, y le permite dialogar con él. En forma de aplicación móvil, hace posible conversar, de manera escrita y oral con la persona fallecida.
En retrospectiva, se desarrolla una aplicación en la nube, que analiza el perfil de una persona. Se nutre de big data, permitiéndole recuperar perfiles de Facebook, vídeos de YouTube, y todos los rastros que dejamos cada día de nuestra vida. También se le envían fotos y vídeos personales, con el fin de complementar los datos analizados.
Esta aplicación de inteligencia artificial compilará todo para recrear el perfil de la persona desaparecida, sus expresiones, sus gustos, su voz, sus opiniones…
Ahora, meta todo esto en un chatbot, y alójelo en Siri, Google Home o Amazon Alexa.
IA, ChatBots, reconocimiento de voz, robots asistentes, análisis social… tecnologías que estallaron en 2016, y cuya esencia de desarrollo fue imaginada por los guionistas de la sería tres años antes.
La aplicación presentada en la primera parte de « Be right back » deja de ser ciencia ficción hoy. El mercado, aunque cínico, está presente y es importante. ¿Alguna startup se servirá de la idea de Black Mirror y revivirá a nuestros seres queridos desaparecidos en una versión virtual? ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar cada mes por conversar con un doble virtual de su ser querido?
La segunda parte del episodio va más allá; y la realidad aún no ha alcanzado esta ficción.
La heroína recibe un maniquí, recreado a partir de fotos de su compañero fallecido, este maniquí se convierte en una réplica más que realista, que habla, se mueve, hace el amor y aprende igualmente qué reacciones tener, a partir del historial de su vida en línea.
Algunos robots japoneses destacan por su realismo, sin embargo aún estamos lejos de ver algo como lo antes mencionado en la vida real.
En retrospectiva, se desarrolla una aplicación en la nube, que analiza el perfil de una persona. Se nutre de big data, permitiéndole recuperar perfiles de Facebook, vídeos de YouTube, y todos los rastros que dejamos cada día de nuestra vida. También se le envían fotos y vídeos personales, con el fin de complementar los datos analizados.
Esta aplicación de inteligencia artificial compilará todo para recrear el perfil de la persona desaparecida, sus expresiones, sus gustos, su voz, sus opiniones…
Ahora, meta todo esto en un chatbot, y alójelo en Siri, Google Home o Amazon Alexa.
IA, ChatBots, reconocimiento de voz, robots asistentes, análisis social… tecnologías que estallaron en 2016, y cuya esencia de desarrollo fue imaginada por los guionistas de la sería tres años antes.
La aplicación presentada en la primera parte de « Be right back » deja de ser ciencia ficción hoy. El mercado, aunque cínico, está presente y es importante. ¿Alguna startup se servirá de la idea de Black Mirror y revivirá a nuestros seres queridos desaparecidos en una versión virtual? ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar cada mes por conversar con un doble virtual de su ser querido?
La segunda parte del episodio va más allá; y la realidad aún no ha alcanzado esta ficción.
La heroína recibe un maniquí, recreado a partir de fotos de su compañero fallecido, este maniquí se convierte en una réplica más que realista, que habla, se mueve, hace el amor y aprende igualmente qué reacciones tener, a partir del historial de su vida en línea.
Algunos robots japoneses destacan por su realismo, sin embargo aún estamos lejos de ver algo como lo antes mencionado en la vida real.