
Recordemos que en 1890, Herman Hollerith obtiene un importante contrato adjudicado por la Oficina del Censo de Estados Unidos. Ante el aumento de la población, el censo no era factible manualmente, y debía ser automatizado. Para lograrlo, el que quince años después participara en la creación de IBM, imagina una máquina de clasificación basada en tarjetas perforadas. La informática aún no había nacido, pero esta invención marcó el comienzo de la mecanografía, y por lo tanto, del tratamiento automático de datos. Hablamos del ancestro de nuestro Big Data. Los métodos han evolucionado, así como el volumen y la diversidad de los datos recogidos.
En 2014, la Oficina del Censo sigue vigente en el ámbito tecnológico. Hoy en día, el organismo pone a disposición los datos de los ciudadanos en los teléfonos inteligentes. La aplicación maneja los grandes volúmenes de datos de todos los perfiles de la población de los EE.UU. y así poder ayudar a elegir la ciudad más conveniente, si decide mudarse. Usted prefiere el sol de Florida, las grandes extensiones de Nebraska o la cultura californiana, no es complicado, pero depende de su familia, de su estilo de vida y consumo, y de su comportamiento social, no todas las ciudades serian las apropiadas. ¿Estarán en Brooklyn, en Castro, o en South Beach las personas que más se parecen a su estilo de vida?
Mediante la combinación de bases de datos, la Oficina del Censo le explica científicamente, en donde se encontrará mas a gusto.
Para el organismo americano, esta función es principalmente educativa, ya que la emplea para explicar su labor, cuáles son los datos que recogen con el dinero de los contribuyentes, y cómo el público puede utilizarlos. Estos no son datos abiertos, pero se acercan.
La aplicación es atractiva, tiene una ergonomía intuitiva, es divertida y oculta la complejidad de los datos subyacentes. El análisis de los datos disponibles, no es nada excepcional, los resultados son proporcionados por algoritmos estadísticos sencillos, basados en correlaciones. Los datos proceden de cuestionarios de más de 200 preguntas que abarcan varias miles de ciudades. La aplicación crea una lista personalizada de las 25 ciudades más atractivas para el usuario. La Oficina del Censo dice que la aplicación en sí no recoge ni transmite ningún dato. La información que usted introduzca se almacena en su teléfono inteligente. Usted también puede simplemente ver los datos sobre una ciudad. Por ejemplo, en Nueva York el grupo de edad más representado es entre 35 y 44 años lo que significa el 14% de la población, el 43% de las personas están casadas, 12% tienen un título universitario, 56% de la población se desplaza en transporte público, el 44% son de raza blanca y el 29% son hispanos o latinos. Para los 8,2 millones de personas de Nueva York, el valor promedio de su casa es $ 501.500.
El objetivo de hacerle entender al contribuyente que la recogida de datos del censo en el fondo, tiene un beneficio para él, se logra. Ya que estos datos pueden ser analizados y en parte devueltos al público. ¡Vaya y pruebe, luego nos dice en los comentarios si las ciudades sugeridas le atraen!
En 2014, la Oficina del Censo sigue vigente en el ámbito tecnológico. Hoy en día, el organismo pone a disposición los datos de los ciudadanos en los teléfonos inteligentes. La aplicación maneja los grandes volúmenes de datos de todos los perfiles de la población de los EE.UU. y así poder ayudar a elegir la ciudad más conveniente, si decide mudarse. Usted prefiere el sol de Florida, las grandes extensiones de Nebraska o la cultura californiana, no es complicado, pero depende de su familia, de su estilo de vida y consumo, y de su comportamiento social, no todas las ciudades serian las apropiadas. ¿Estarán en Brooklyn, en Castro, o en South Beach las personas que más se parecen a su estilo de vida?
Mediante la combinación de bases de datos, la Oficina del Censo le explica científicamente, en donde se encontrará mas a gusto.
Para el organismo americano, esta función es principalmente educativa, ya que la emplea para explicar su labor, cuáles son los datos que recogen con el dinero de los contribuyentes, y cómo el público puede utilizarlos. Estos no son datos abiertos, pero se acercan.
La aplicación es atractiva, tiene una ergonomía intuitiva, es divertida y oculta la complejidad de los datos subyacentes. El análisis de los datos disponibles, no es nada excepcional, los resultados son proporcionados por algoritmos estadísticos sencillos, basados en correlaciones. Los datos proceden de cuestionarios de más de 200 preguntas que abarcan varias miles de ciudades. La aplicación crea una lista personalizada de las 25 ciudades más atractivas para el usuario. La Oficina del Censo dice que la aplicación en sí no recoge ni transmite ningún dato. La información que usted introduzca se almacena en su teléfono inteligente. Usted también puede simplemente ver los datos sobre una ciudad. Por ejemplo, en Nueva York el grupo de edad más representado es entre 35 y 44 años lo que significa el 14% de la población, el 43% de las personas están casadas, 12% tienen un título universitario, 56% de la población se desplaza en transporte público, el 44% son de raza blanca y el 29% son hispanos o latinos. Para los 8,2 millones de personas de Nueva York, el valor promedio de su casa es $ 501.500.
El objetivo de hacerle entender al contribuyente que la recogida de datos del censo en el fondo, tiene un beneficio para él, se logra. Ya que estos datos pueden ser analizados y en parte devueltos al público. ¡Vaya y pruebe, luego nos dice en los comentarios si las ciudades sugeridas le atraen!